Escorpión | Arte Huichol - Marakame

Escorpiones

Con el azul oscuro de la noche, el cuerpo tatuado del alacrán ha salido de caza y sus marcas brillan con tonos claros, pero igual de fríos que la noche de Tilcajete. Levanta su cola porque halla algo inquietante, congelado en el instante preciso de defenderse sin aún atacar. Las expresivas geometrías detienen el movimiento, y algunas de sus patas están en el aire, estáticas. Cada alacrán de esta colección es tiempo detenido.